Esta es la historia de una chica llamada Amanda. Su vida es bastante complicada pero ella se la hace fácil. Raúl, su padre, tiene cáncer y su madre murió de un accidente de coche cuando ella apenas tenía tres años. Amanda es una niña muy alegre y con tan solo ocho años ya sabe hacer tareas que una chica de trece años no sabría hacer. Cuando termina la escuela va corriendo a su casa a cuidar a su padre, le prepara la comida, hace las tareas de casa, le acompaña al médico cada día. En general, Amanda cuida a su padre como si fuera su propio hijo. La niña lo adora y no tan solo porque sea su padre, sino porque está pasando por una enfermedad muy difícil y siempre sonríe, por muy mal que esté.
Un día Amanda regresa de la escuela como cada día, pero al abrir la puerta se encuentra a su padre en el suelo. La situación de la chica se empieza a complicar, su padre empieza a estar cada vez más grave... Amanda no está muy bien, pero para que su padre esté bien daría el mundo entero. Hasta que un día... Ocurre un milagro que ni ella se espera.